Diumenge, 10 de setembreNadarManuel Vicent
Estar con el agua al cuello es un ideal de vida siempre que uno sepa nadar. Con el agua al cuello se puede practicar el elegante estilo mariposa o chapotear alegremente como una foca feliz. Todo son ventajas. Cuando el nadador se agota, hace pie, descansa, recupera el aliento y a continuación puede seguir braceando con el ritmo que él mismo se imponga. En el mar como en la vida, lo peor es que el agua o el éxito te cubra por completo. En este caso para mantenerse a flote uno está obligado a bregar continuamente, con la amenaza de que si paras, te hundes...
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