10.9.06



Diumenge, 10 de setembre

Nadar

Manuel Vicent

nedar Estar con el agua al cuello es un ideal de vida siempre que uno sepa nadar. Con el agua al cuello se puede practicar el elegante estilo mariposa o chapotear alegremente como una foca feliz. Todo son ventajas. Cuando el nadador se agota, hace pie, descansa, recupera el aliento y a continuación puede seguir braceando con el ritmo que él mismo se imponga. En el mar como en la vida, lo peor es que el agua o el éxito te cubra por completo. En este caso para mantenerse a flote uno está obligado a bregar continuamente, con la amenaza de que si paras, te hundes...

continua a versió original