28.2.10



Diumenge, 28 de febrer

Enrique Vila-Matas "El último detalle"


El jabato En la hora final es seguro que nos acompañará algún detalle inesperado, ridículo, o simplemente irrelevante. ¿Quién no recuerda a Hugh Person en Cosas transparentes, de Nabokov? Rodeado de las llamas que van a abrasarle, se le aparece fugazmente una página de un cuaderno que tenía de niño: nada menos que una lámina con el dibujo de unas hortalizas.

Proust habló de que una irrelevancia siempre marcará nuestra muerte, porque nunca estaremos preparados para ella, nunca pensamos que la muerte puede llegar en cualquier momento. Al meditar sobre esto, me acuerdo de que, en realidad, he vivido ya la experiencia del detalle irrelevante que cruza la escena mortal. Fue en el verano de 1956 y es un recuerdo verdadero que he cedido en más de una ocasión a mis personajes de ficción. Aferrado a una colchoneta y cuando ya unas olas encrespadas iban a engullirme sin remedio, fui salvado en el último segundo por una heroica nadadora. Escenario: una playa de la costa Brava. En mis ficciones esa playa ha sido indistintamente Palamós, Tossa, Cadaqués y Port de la Selva. Todo el rato que pasé aferrado a la colchoneta, fui consciente de que iba a morirme, pero tenía la mente ocupada por una escena de El Jabato, mi cómic preferido, en el que el héroe vivía una situación parecida y acababa siendo rescatado por el enclenque poeta Fideo, un personaje que iba siempre acompañado de un arpa.

continua a versió original