8.4.06
Diumenge, 9 d'abril
Los espejos de la confitería
Ignacio Vidal-Folch
"El espejo que soy me deshabita". Este endecasílabo, el primero de un soneto famoso de Octavio Paz, poema mareante de azogues y reflejos, lo glosaba Savater en uno de sus primeros libros, creo que a propósito de Borges y de su conocido horror por los espejos, o quizá a propósito del relato de Carroll, en el que la niña Alicia entra en el mundo que se encuentra "al otro lado" del espejo; es curioso que hay frases así que tienen un poder que las hace inolvidables. Paz no es santo de mi devoción, pero desde que leí el sonetazo mascullo "el espejo que soy me deshabita" cada vez que entro en el bonito café bar La Confitería, local de estilo modernista, en la calle de Sant Pau, muy cerca del Paralelo...
continua a versió original