Diumenge, 25 de setembre
Cèl.lules amb data de caducitat
Nicholas Wade. El cuerpo humano sólo tiene 10 años.
Tenga uno la edad que tenga, su cuerpo es muchos años más joven. De hecho, aunque se haya entrado en la mediana edad, puede que la mayoría de la gente tengan 10 años o menos. Esta alentadora verdad, que emana del hecho de que muchos de los tejidos corporales están sometidos a una constante renovación, se ha visto subrayada por un nuevo método para calcular la edad de las células humanas. Su inventor, Jonas Frisen, cree que la edad media de todas las células de un cuerpo adulto puede ser de sólo unos 7 o 10 años...Trobareu l'article sencer aquí
Grata la pedra
Yann Kersalé és l'artista que ha triat
Cuando enciendo mi ordenador portátil, lo primero que hace es buscar una red inalámbrica. Si no da con ella, te lo dice con cierto desánimo: "No se encontró una red inalámbrica a la que conectarse". Vaya por Dios, exclamo yo sintiéndolo más por él que por mí, pues aunque trato de que se sienta útil encomendándole diversos menesteres, también sé que su vida no alcanza un sentido pleno hasta que se conecta a Internet, que es su país, su patria, quizá su corazón o su hígado. Sin Internet, se contagia de la opacidad propia del universo analógico y deviene en un trasto, un cachivache, un chisme. Su necesidad de conectarse es tal que ha desarrollado unos órganos internos capaces de detectar cualquier red, por sutil que sea... Continua a
Els més esplèndids perdedors, els que no surten a cap llista,
"Quan Karl Rossmann -jove de setze anys, fill de pares humils, enviat a Amèrica després que una serventa l’ hagués seduït i tingut un fill seu- va entrar al port de Nova York a bord del vaixell que navegava lentament, va contemplar com l'estàtua de La Llibertat, que observava feia estona, s'il·luminava amb una llum més intensa. El braç amb l'espasa semblava haver adquirit energies renovades, i entorn de la seva figura bufaven aires de llibertat..."
"Altra aplicació de la electricitat. Mr Delany, neoyorkí, inventor del telégrafo sincrónich, acaba d’obtindre privilegi d’invenzió per un para-llamps pel cós humà, aplicable á las personas que tinguin que manejar fils electrichs. Lo para-llamps consisteix en un fil de coure groixut y forrat en seda que’s fixa á l’espatlla del individuo y que’s subdivideix per la part superior en duas brancas, una pera cada brás, y per la part inferior altras duas brancas, una per a cada cama y que descendeixen á lo llarg d’aquestas fins á terminar en los talons de las botinas que deuhen esser metálicas pera que’l pas de la electricitat á terra, sigui lo mes fácil y rápit possible..."
With the eyes of a child the wonder of it all